Noticias | 25 Abril 2025

El CECC propone reducir en un 67% las emisiones de gases de efecto invernadero en Cataluña en el año 2035 respecto a 1990

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Los detalles se recogen en la primera propuesta de presupuestos de carbono elaborada por el Comité de Expertos sobre el Cambio Climático (CECC), con expertos del ICM-CSIC, entre otra instituciones.

Los presupuestos de carbono plantean una reducción media anual del 8% de las emisiones de GEI desde 2021 a 2035 / Pixabay.
Los presupuestos de carbono plantean una reducción media anual del 8% de las emisiones de GEI desde 2021 a 2035 / Pixabay.

El Comité de Expertos sobre el Cambio Climático (CECC) presentó ayer en la Sala de actos de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona el informe que ha entregado al Gobierno de Cataluña de la primera propuesta de presupuestos de carbono. Esto es la recomendación del volumen total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que Cataluña puede emitir entre 2021 y 2035, que es de 403 megatoneladas de CO₂ equivalente, alcanzando así una reducción del 67% en el año 2035 respecto a 1990. Esta cifra se ha determinado en línea con las indicaciones de la ciencia para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y, concretamente, lograr el objetivo de neutralidad climática en el año 2050 teniendo en cuenta criterios de viabilidad técnica y económica de la realidad catalana.

Los presupuestos de carbono plantean una reducción media anual del 8% de las emisiones de GEI desde 2021 a 2035, contrastando con la media anual entre 2015 y 2019, que se situaba en un incremento del 1% de las emisiones, o con la reducción del 0,2% en el año 2022 (último año con datos disponibles). La propuesta de presupuestos de carbono supone una reducción del 42% de las emisiones en el año 2030 en relación con 1990, siendo superior a la planteada en el borrador del Plan Integrado de Energía y Clima de Cataluña 2030 (PINECCAT30), que propone una reducción del 29% de las emisiones en relación con el año 1990. Este plan deberá establecer los hitos de la transición energética para el año 2030 en el camino hacia la neutralidad climática.

Para alcanzar este objetivo, según el CECC, se requieren políticas públicas ambiciosas en energía, movilidad y fiscalidad verde, inversiones prioritarias en energías renovables, transporte público y colectivo, rehabilitación de edificios, políticas enmarcadas en procesos de participación ciudadana y empresarial que fomenten modelos de consumo sostenibles y una transición ecosocial justa.

Un presupuesto de carbono para cada sector

El informe del CECC establece los presupuestos de carbono globales y desglosados en siete sectores (transporte, industria, energía, agricultura, residencial, residuos y servicios) y estructurados en períodos de cinco años desde 2021 hasta 2035 para guiar la acción climática en Cataluña. Entre 2026 y 2030 deberían reducirse un 45% las emisiones en relación con el año 2022, y hasta 2035 deberían hacerlo en un 69% respecto a ese mismo año (lo que equivale a una reducción del 67% respecto a 1990).

Los presupuestos de carbono consideran que los sectores que afrontan un reto más relevante son:

  • El sector del transporte, el cual representa el 32% de las emisiones actuales, que deberá reducir un 72% las emisiones en el año 2035 respecto a 2022. Las propuestas del CECC se centran en la electrificación del vehículo privado, el aumento del uso del transporte público y la movilidad activa (a pie o en bicicleta), el fomento del transporte de mercancías por tren, la planificación territorial y urbana y la implantación de políticas de vivienda que faciliten la contención de la movilidad y la reducción de los viajes en avión a favor del tren.

  • El sector de la industria, que emite el 28% del total actualmente, deberá reducir las emisiones hasta un 65%. Podría hacerlo, según el CECC, con la reducción global de la demanda de productos en general, la reducción del consumo energético y la eficiencia en la producción, el uso de energías renovables y el desarrollo de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.

  • El sector de la energía, que representa el 13% de las emisiones actuales, deberá reducir el 91% de las emisiones. Lo hará, fundamentalmente, gracias al incremento sustancial de las energías renovables y la sustitución de la generación con gas y diésel. Como este sector afecta transversalmente a todos los demás, los presupuestos de carbono contemplan la reducción de la demanda energética a través de diversas vías, incluyendo la intensificación de la rehabilitación energética de viviendas, el decrecimiento turístico a favor de otros sectores económicos menos intensivos en CO₂, y la reorganización del modelo de generación, por ejemplo, con el impulso de las comunidades energéticas y el autoconsumo compartido.

Se trata de una reducción de emisiones importante y sostenida desde el primer año, que implica a todos los sectores, en línea con las indicaciones de la ciencia para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. El CECC apuesta por ello para no poner en riesgo la economía y el bienestar de la sociedad presente ni de las generaciones futuras, anticipando las reducciones que se requerirán para el período 2036-2050 y notando que, cuanto más se retrasa la descarbonización, más costosa será y menos preparadas estaremos para adaptarnos a una economía verde y competitiva.

El CECC remarca que dilatar en el tiempo la reducción más intensa de emisiones generaría unos esfuerzos excesivos para los distintos sectores y generaciones futuras, pérdida de competitividad y riesgo de disrupciones sociales. Por estos motivos, conviene hacerlo con más tiempo y de manera gradual. Además de garantizar una transición efectiva y justa para la ciudadanía y todos los sectores sociales y económicos hacia una economía próspera y descarbonizada, la propuesta presentada cumple con criterios de justicia climática para la consecución de los objetivos globales de reducción de emisiones de GEI. El enfoque de justicia climática permite entender cuál debería ser la aportación justa de cada territorio al objetivo global común, sobre la base de los principios de igualdad, responsabilidad, capacidad y derecho al desarrollo.

Los presupuestos de carbono incluyen todos los GEI (CO₂, CH₄, N₂O y gases fluorados) y se han elaborado con datos oficiales disponibles, modelos prospectivos propios, consultas a los actores económicos y con la investigación científica disponible.