Noticias | 09 Agosto 2021

Un nuevo modelo del ICM desvela el origen de grandes tsunamis generados por terremotos de magnitud moderada

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La nueva metodología, que ayudará a mejorar los sistemas de vigilancia y alerta de tsunamis, se ha utilizado para explicar las causas, desconocidas hasta ahora, del tsunami generado por el terremoto de Nicaragua de 1992.

El tsunami generado por el terremoto de Nicaragua de 1992 puso fin a la vida de unas 170 personas y dejó 13.500 sin casa / Harry Yeh (NCEI).
El tsunami generado por el terremoto de Nicaragua de 1992 puso fin a la vida de unas 170 personas y dejó 13.500 sin casa / Harry Yeh (NCEI).

La magnitud y localización de los terremotos suelen ser buenos indicadores de su potencial para generar tsunamis. Sin embargo, existe una clase particular de sismos, conocidos como "tsunami earthquakes" (terremotos de tsunami) que, a pesar de su magnitud moderada, provocan tsunamis destructivos. Esto se debe a que se suelen percibir débilmente y, por tanto, los tsunamis se originan y golpean la costa inesperadamente.

Este es el caso del terremoto de Nicaragua de 1992, que originó un tsunami de 5 a 10 m que barrió la costa de Nicaragua poniendo fin a la vida de unas 170 personas y dejando sin hogar a más de 13.500.

Hasta ahora, ningún modelo había permitido explicar las razones por las que este tipo de eventos tienen lugar y porqué causan tsunamis desproporcionadamente grandes. Ahora, un nuevo estudio, liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona y publicado en la prestigiosa revista Science Advances, ha revelado el mecanismo físico que produce estos terremotos, el origen de sus características peculiares, y la causa de los tsunamis.

El terratrèmol de Nicaragua de 1992 va originar un tsunami de 5 a 10 m que va escombrar la costa de Nicaragua / ICM-CSIC.
El terremoto de Nicaragua de 1992 originó un tsunami de 5 a 10 m que barrió la costa de Nicaragua / ICM-CSIC.

En este trabajo, el equipo investigador ha utilizado un modelo conceptual desarrollado previamente por dos de los autores del estudio que les valió el Premi Ciutat de Barcelona 2020. Concretamente, los expertos han podido demostrar que todas las características los terremotos de tsunami se pueden explicar, predecir y cuantificar aplicando esta metodología.

Al margen del elevado potencial tsunamigénico, las características anómalas de este tipo de eventos incluyen una localización cercana a la superficie, una duración larga, una propagación lenta de la ruptura sísmica, y vibraciones del terreno entre débiles y moderadas.

"La clave radica en estimar con precisión las variaciones de elasticidad de las rocas que rodean la falla a la profundidad donde tiene lugar la ruptura sísmica, para lo cual es necesario utilizar registros sísmicos y aplicar técnicas avanzadas de tomografía", explica Valentí Sallarès, investigador del ICM y autor principal del estudio.

Según Sallarès, "al margen de mostrar que el terremoto de Nicaragua, en particular, y los terremotos de tsunami, en general, no son eventos anómalos, sino que se pueden explicar por los mismos principios físicos y mecanismos de ruptura que los terremotos más convencionales, este trabajo demuestra que todas las características particulares de los terremotos de tsunami mencionadas son propiedades intrínsecas e inherentes a las rupturas sísmicas poco profundas, y que están relacionadas entre ellas a nivel causal".

El hallazgo abre las puertas a combinar alguna de las características mencionadas, como por ejemplo la intensidad de las vibraciones y su duración, para mejorar los sistemas de vigilancia y alerta de tsunamis a escala mundial, incluyendo la zona del Golfo de Cádiz y el Mediterráneo occidental, donde hay un registro histórico de terremotos y tsunamis devastadores.