Noticias | 02 Octubre 2020

Un estudio del ICM alerta de la necesidad de controlar la llegada de especies invasoras a través del tráfico marítimo

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Estudios recientes revelan que especies invasoras que han cruzado el canal de Suez como consecuencia, tanto del cambio climático como de la actividad humana, están causando impactos ecológicos y socioeconómicos muy graves en el Mediterráneo.

El ejemplar hallado en Barcelona fue catalogado y depositado en las Colecciones Biológicas de Referencia del ICM / ICM-CSIC
El ejemplar hallado en Barcelona fue catalogado y depositado en las Colecciones Biológicas de Referencia del ICM / ICM-CSIC

El pasado noviembre, se halló un ejemplar de la especie tropical Acanthopagrus bifasciatus en el rompeolas del puerto de Barcelona. Se trataba del segundo registro de esta especie en el Mediterráneo (antes sólo se había visto Túnez en 2014). Ahora, los expertos sugieren que este nuevo ejemplar de Acanthopagrus bifasciatus podría haber llegado hasta la costa catalana a través del tráfico marítimo y creen poco probable que la especie se haya establecido en el Mediterráneo.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado hace unos días en la revista especializada BioInvasions Records. El documento incluye una descripción de las características del ejemplar hallado en Barcelona, que es el primer registro de la especie en el Mediterráneo noroccidental.

“Al no haber sido detectada más que en una ocasión en Túnez hace 6 años, es poco probable que haya una población de Acanthopagrus bifasciatus establecida en el Mediterráneo, por lo que podría haber llegado hasta aquí a través del tráfico marítimo”, expone Alfredo García de Vinuesa, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC (ICM-CSIC) y autor principal del estudio. García de Vinuesa añade que “la hipótesis más plausible es que el ejemplar venga del Mar Rojo".

Revisar los protocolos del tránsito marítimo

A este respecto, el investigador alerta del peligro de que otras especies invasoras se introduzcan en el Mediterráneo noroccidental a través del tráfico marítimo y apunta que “este hallazgo es una llamada de atención a la administración, que debería de revisar los protocolos del tránsito marítimo y concienciar a la población de los desequilibrios en las poblaciones autóctonas que puede causar la introducción de especies invasoras”.

El hallazgo de aquel ejemplar de Acanthopagrus bifasciatus en Barcelona fue totalmente fortuito, pues lo encontró un hombre que se encontraba practicando pesca submarina en la zona del puerto de Barcelona. A raíz de esto, los autores del estudio han alertado a algunas asociaciones de pesca submarina para que den aviso de la presencia de esta u otras posibles especies invasoras.

Estudios recientes revelan que especies invasoras que han cruzado el canal de Suez, como consecuencia tanto del cambio climático como de la actividad humana, están causando impactos ecológicos y socioeconómicos muy graves en el Mediterráneo. Entre las más conocidas figuran el pez conejo (Siganus luridus y S.rivulatus), el Lagocephalus sceleratus, una especie de pez globo extremadamente venenoso, y el pez escorpión (Pterois miles).

La temperatura media del agua del Mediterráneo es mucho menor que la del Mar Rojo, un brazo del océano Índico a medio camino entre África y Asia. En estas cuencas encuentran refugio miles de especies, cada una de ellas adaptadas a unas condiciones distintas.

Así, en el Mar Rojo se hallan especies de afinidad tropical, mientras que las del Mediterráneo están acostumbradas a vivir en aguas más frías. "No obstante, desde la apertura del canal de Suez se han empezado a detectar especies tropicales en el Mediterráneo -sobre todo en la parte oriental de la cuenca- que han accedido a ella a través del canal de Suez y que, debido al calentamiento global, encuentran ahora mejores condiciones en el Mediterráneo", concluye el investigador del ICM y coautor del estudio Antoni Lombarte.