Noticias | 22 Abril 2015

Se estrena en el océano Atlántico un sistema de muestreo estratificado para estudiar el flujo activo de carbono.

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Científicos del ICM se encuentran a bordo del buque oceanográfico Hespérides en plena campaña oceanográfico-pesquera en medio del Atlántico. Se trata de la campaña “MAFIA” que se inició el 3 de abril en Salvador de Bahía (Brasil) y terminará en las Palmas de Gran Canaria el 29 de abril.

Arturo Castellón y Pilar Olivar delante del diseño experimental. A la derecha, el aparato recién salido del agua.

Científicos del ICM se encuentran a bordo del buque oceanográfico Hespérides en plena campaña oceanográfico-pesquera en medio del Atlántico. Se trata de la campaña “MAFIA” que se inició el 3 de abril en Salvador de Bahía (Brasil) y terminará en las Palmas de Gran Canaria el 29 de abril.

Esta campaña es la parte fundamental del proyecto del Plan Nacional Migradores y Flujo Activo en el Océano Atlántico (Migrants and Active Flux In the Atlantic Ocean-MAFIA), coordinado por Santiago Hernández-León de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que actúa como jefe de la expedición, y en el que participan también investigadores de la Universidad de Cádiz, del Instituto Español de Oceanografía e del Instituto de Ciencias del Mar.

El proyecto tiene planteadas 13 estaciones atravesando el Atlántico y cubriendo zonas con características distintas, desde zonas muy oligotróficas (cerca de Brasil y en la región tropical del Atlántico este), pasando por la región del afloramiento ecuatorial y terminando en la zona más productiva, próxima al afloramiento de Canarias.El objetivo es estudiar el flujo de carbono a lo largo de la columna de agua en dichas zonas. En este proceso juegan un papel relevante no sólo la materia orgánica disuelta y el hundimiento de las partículas, sino también el flujo activo debido a los organismos migradores. “Este último aspecto es bastante desconocido a escala global e involucra a una serie de organismos del zooplancton y del micronecton (principalmente pequeños peces y crustáceos), que realizan migraciones verticales, desde la zona oscura del océano a las capas próximas a la superficie, con periodicidad diaria” explica Pilar Olivar, del Departamento de Recursos Marinos Sostenibles del ICM y coordinadora del equipo ICM a bordo.

En esta expedición, los miembros del equipo ICM-CSIC son los responsables del muestreo del micronecton. Para ello, durante más de un año, Pilar Olivar y Arturo Castellón (de la Unidad de tecnología Marina, UTM) han estado trabajando en un sistema de muestreo capaz de filtrar cantidades importantes de agua, descender a profundidades de unos 1000 m y discriminar distintos niveles de la columna de agua. Se trata de una red semipelágica de una abertura de boca próxima a los 50 m2 que puede trabajar con un solo cable de arrastre (restricción impuesta por las características del BIO Hespérides). La abertura de la red no implica el uso de pesadas puertas, sino que se consigue mediante un sistema de cometas laterales. “El diseño original es de IFREMER” comenta Castellón “pero nosotros lo hemos adaptado para poder trabajar en el Hespérides y la campaña MAFIA está siendo la prueba definitiva que permitirá optimizar el equipo”.
“Con este multisampler”, afirma Pilar Olivar, “conseguimos discriminar cinco estratos verticales. Durante los primeros muestreos, por ejemplo, hemos podido comprobar cómo los pequeños peces de luz, los Cyclothones, están en la región oscura, tanto de día como de noche, y en cambio los peces linterna, los mictófidos, migran a las capas superficiales por la noche, sin que aparezcan agregados en las capas de reflexión profunda por el día”.  

El equipo ICM-CSIC está compuesto por Tabit Contreras, Mikhail Emelianov, Cristina López, Balbina Molí, M. Pilar Olivar, Víctor Tuset y Roger Villanueva, e Arturo Castellón e Ivan Casai (de la UTM).

Fotos  y diario de abordo de la expedición en ICMDivulga