Noticias | 21 Noviembre 2025

Los juveniles de atún rojo cambian su dieta ante el declive de sardinas y boquerones en el Mediterráneo

Share

Un estudio del IEO-CSIC y el ICM-CSIC demuestra que los atunes juveniles se adaptan a la escasez de presas tradicionales, sustituyendo sardinas y boquerones por jureles.

El atún rojo es un depredador oportunista y flexible que se adapta bien a los cambios / iStock.
El atún rojo es un depredador oportunista y flexible que se adapta bien a los cambios / iStock.

Una investigación liderada por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) ha revelado que los juveniles de atún rojo (Thunnus thynnus) han modificado significativamente su dieta en el Mediterráneo occidental durante las tres últimas décadas. El estudio, publicado en la revista Estuarine, Coastal and Shelf Science, demuestra que, ante la disminución de sardinas y boquerones, los jóvenes atunes han incrementado el consumo de jureles (Trachurus spp.), mostrando una notable capacidad de adaptación a los cambios del ecosistema.

El trabajo, que analiza muestras recogidas en el Golfo de Valencia en 1989, 2012-2014 y 2018-2019, combina técnicas clásicas de análisis de contenido estomacal con el uso de isótopos estables para reconstruir la dieta y el papel trófico del atún rojo juvenil a lo largo del tiempo.

“El atún rojo es un depredador oportunista y flexible. Nuestros resultados muestran que responde a los cambios en la disponibilidad de presas, lo que le permite adaptarse a un entorno cada vez más alterado por la sobrepesca y el cambio climático”, explica Joan Giménez, investigador del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO-CSIC y autor del estudio.

El estudio concluye que las preocupaciones del sector pesquero sobre el impacto del aumento de la población de atunes en los stocks de sardina y boquerón no están justificadas, al menos en el caso de los ejemplares juveniles.

“La proporción de sardinas y boquerones en la dieta actual de los juveniles es muy baja. No hay evidencias de que su recuperación esté afectando a las poblaciones de pequeños pelágicos”, añade Marta Coll, autora del artículo e investigadora del ICM-CSIC.

Además, los resultados sugieren que la reducción de sardinas y boquerones en el Mediterráneo occidental se debe más a factores como la sobreexplotación, el aumento de las temperaturas y los cambios en el plancton que a la depredación por parte del atún.

El estudio forma parte de los proyectos SEINE-ETP y PELWEB, financiados por el Ocean Stewardship Fund y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y contó con la participación de científicos del ICM-CSIC, el IEO-CSIC (centros oceanográficos de Gijón, Málaga y Murcia), la Universidad de Cádiz y el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·MAR). Los muestreos de atunes fueron posibles gracias al programa de seguimiento que lleva a cabo del Grupo de Túnidos del Centro Oceanográfico de Málaga (IEO-CSIC).