Es la conclusión principal de un nuevo estudio que ha contado con la participación del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) y que revela la pérdida de estos ecosistemas clave para la biodiversidad marina en Europa.

Una nueva investigación liderada por la Universidad de Exeter, la Universidad de Edimburgo, y con la participación del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC), ha revelado que los extensos arrecifes de ostras que alguna vez poblaron las costas europeas han desaparecido casi por completo. Este estudio, publicado en la revista Nature Sustainability, detalla cómo la ostra Europea (Ostrea edulis) formaba grandes arrecifes que albergaban una biodiversidad extraordinaria, pero estos ecosistemas fueron destruidos hace más de un siglo debido a la sobreexplotación y la actividad humana.
El equipo investigador encontró que, en su apogeo, los arrecifes de ostras cubrían al menos 1.7 millones de hectáreas de las costas europeas, desde Noruega hasta el Mediterráneo, una extensión mayor que la de Irlanda del Norte. Hoy en día, las ostras nativas se encuentran dispersas y sus ecosistemas han desaparecido casi por completo.
"Las ostras nativas no solo proporcionaban un hogar para casi 200 especies de peces y crustáceos, sino que también estabilizaban las costas y filtraban enormes cantidades de agua, lo que contribuía a la limpieza de los ecosistemas marinos", señala Ruth Thurstan, de la Universidad de Exeter, que forma parte del Convex Seascape Survey, un ambicioso proyecto de cinco años que examina el almacenamiento de carbono en los océanos. "Es crucial comprender cómo eran nuestros ecosistemas en el pasado para poder restaurarlos eficazmente", añade.
Impulso para la restauración de hábitats
Actualmente, en Europa se están llevando a cabo distintos proyectos de restauración, como es el caso de “Wild Oyster”, una iniciativa liderada por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL). A nivel nacional, el proyecto RemediOS2, financiado por la Fundación Biodiversidad del programa Pleamar, estudia también cómo restaurar el Mar Menor con ostra plana para ayudar a mejorar la salud de sus ecosistemas. Con los resultados de este estudio en la mano, el equipo investigador hace un llamado a que estos esfuerzos se amplíen con el apoyo de los gobiernos y responsables políticos.
Eve Galimany, investigadora del ICM-CSIC e ICATMAR, también implicada en el estudio, destaca la importancia de los hallazgos:
“Este estudio nos permite comprender la verdadera magnitud de lo que hemos perdido. Los arrecifes de ostras eran piezas clave en la salud de nuestros mares. Su restauración no solo recuperaría una especie icónica, sino que también proporcionaría refugio a numerosas especies y ayudaría a combatir la crisis climática, al mejorar la calidad del agua y reforzar la protección costera. Es fundamental que escalemos estos esfuerzos de restauración en toda Europa si queremos revertir el daño histórico que hemos causado a nuestros ecosistemas marinos.”
El futuro de los arrecifes de ostras
El estudio revela que los registros históricos, como periódicos, cartas náuticas y relatos de pescadores, documentaron la existencia de vastos arrecifes a lo largo de las costas de países como Francia, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, la República de Irlanda y el Reino Unido. Sin embargo, la sobrepesca y la explotación intensa hicieron que la desaparición de estos ecosistemas fuera rápida, lo que resultó en una gran pérdida de biodiversidad.
Philine zu Ermgassen, investigadora de la Universidad de Edimburgo, explica: “Ahora, gracias a esta investigación, podemos describir con precisión cómo eran estos arrecifes antes de ser destruidos y cuál era la extensión de los ecosistemas que formaban”. Según Ermgassen, estos arrecifes en Europa ocupaban áreas vastas, densamente cubiertas de ostras y llenas de vida marina “Es una gran pérdida que debemos comenzar a revertir”, concluye la investigadora.