Noticias | 03 May 2023

Las reservas marinas permiten la recuperación de especies y fondos sobreexplotados en tiempo récord

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Es la principal conclusión de un nuevo estudio liderado por el ICM-CSIC que prueba la recuperación de la cigala (Nephrops norvegicus) en una pequeña reserva que abarca los caladeros de Roses y Palamós (Girona).

La pesca de la cigala en los caladeros de Roses y Palamós está prohibida desde el año 2017 / © Hans Hillewaert.
La pesca de la cigala en los caladeros de Roses y Palamós está prohibida desde el año 2017 / © Hans Hillewaert.

Un nuevo estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) ha comprobado la eficacia de una pequeña reserva marina que abarca los caladeros Roses y Palamós (Girona) al incrementarse notablemente y en un tiempo mucho menor del esperado la población de cigala (Nephrops norvegicus), capturada de forma intensiva durante muchos años en la zona.

Según el trabajo, la buena recuperación de la especie se debe a la prohibición de la pesca de arrastre en este punto de la costa catalana desde el año 2017, una medida que entró en vigor gracias al establecimiento de una reserva marina de 10 km2. Esto ha permitido, además, la recuperación de la morfología de los fondos arados por las pesquerías de arrastre y de la fauna asociada a los mismos.

Para la elaboración del trabajo, publicado recientemente en la revista Science of the Total Environment, el equipo investigador analizó, mediante el uso de robots tripulados de forma remota (más conocidos como ROVs), las poblaciones de esta especie emblemática del Mediterráneo dentro y fuera de la reserva, entre los 351 y los 475 metros de profundidad. 

“Esto nos permitió advertir que la población de cigalas dentro de la reserva duplicaba la de la zona control, dónde a día de hoy se sigue pescando. Asimismo, vimos que los hábitats de fondo se habían recuperado de manera significativa dentro del área protegida, mientras que fuera presentaban marcas de arrastre en al menos un 69% de los transectos realizados”, expone Maria Vigo, autora principal del estudio.

Por su parte, Joan Navarro y Joan Baptista Company, investigadores principales del proyecto RESNEP dónde se enmarca este trabajo, destacan la aceptación de los pescadores de las cofradías de Roses y Palamós a la hora de prohibir la actividad pesquera en esta pequeña reserva.

“Esto abre la posibilidad de ampliar esta misma actuación a otras zonas donde esta especie y el ecosistema marino dónde está presente se encuentran también sobreexplotados. Al final, el objetivo es recuperar el que se considera uno de los crustáceos más valiosos de las pesquerías europeas”, añaden los investigadores.

El papel de la robótica submarina

Normalmente, para el estudio de las especies que habitan en hábitats profundos, se llevan a cabo pescas de arrastre experimentales que contribuyen al “arado” del lecho marino. “Los robots submarinos, en cambio, permiten hacer un seguimiento mucho más exhaustivo y no invasivo de estas especies”, indica Jacopo Aguzzi, coautor del trabajo y experto en el uso de tecnología marina aplicada al estudio de comunidades de especies asociadas al fondo.

En este caso, las imágenes y los vídeos registrados por los robots permitieron observar un aumento considerable de la densidad y la biomasa de cigalas dentro de la reserva en comparación con la de las zonas adyacentes a la misma. Asimismo, permitieron advertir cómo algunas especies que comparten hábitat con la cigala, como es el caso de “la gallineta” (Helicolenus dactylopterus) y el garneo (Trigla lyra), que también habían disminuido por culpa de la pesca de arrastre pese a no ser el objetivo de esta actividad, se han beneficiado del establecimiento de la reserva, aumentando considerablemente la biomasa de sus poblaciones.