Noticias | 30 DICIEMBRE 2021

La precariedad laboral y la falta de oportunidades durante las etapas inicial e intermedia de la carrera investigadora frenan la investigación en las regiones polares

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Es la principal conclusión de una encuesta con más de 114 participantes de entre 23 y 74 años provenientes de 22 países distintos que llevan a cabo su investigación en regiones polares.

En las zonas remotas del planeta, el trabajo de campo requiere cooperación internacional y grandes presupuestos / Andrea Popp.
En las zonas remotas del planeta, el trabajo de campo requiere cooperación internacional y grandes presupuestos / Andrea Popp.

Un nuevo estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona ha revelado que la precariedad laboral y la falta de oportunidades durante las etapas inicial e intermedia de la carrera investigadora, agravadas durante los períodos de crisis, son las principales barreras que frenan la investigación de los jóvenes investigadores e investigadoras en las regiones polares.

Según el trabajo, esto se debe a que, en estas regiones tan remotas, el trabajo de campo requiere más cooperación internacional, horizontes de planificación ampliados, grandes presupuestos e inversión a largo plazo, que son más difíciles de conseguir durante los períodos de austeridad como la crisis actual del COVID-19. De hecho, esta situación ha provocado la interrupción de algunos programas científicos que recopilan datos para series de larga duración que ahora corren el riesgo de discontinuidad, mientras que otros proyectos a corto plazo ya se han pospuesto durante al menos dos años.

Para la realización del estudio, publicado recientemente en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, el equipo investigador, formado principalmente por integrantes de la Association of Polar Early Career Scientists (APECS) entre los que se encuentra una investigadoras e investigadores del ICM, diseñó una encuesta que contestaron a un total de 114 personas de entre 23 y 74 años provenientes de 22 países diferentes que llevan a cabo su investigación en regiones polares.

De todos ellos, el 25% eran investigadores predoctorales, el 55% postdoctorales y el 20% investigadores titulares, lo que ha permitido evaluar las principales barreras y factores de éxito en el ámbito de la investigación polar en todas las etapas de la carrera profesional investigadora.

Las barreras de la búsqueda en los polos

Los resultados de la encuesta revelan que las principales barreras a las que se enfrentan los investigadores polares actúan a nivel institucional. Entre ellas destaca el hecho de que, durante las primeras etapas de la carrera investigadora, la mayoría de proyectos son de corta duración, la cual cosa no proporciona ningún tipo de seguridad a las investigadoras e investigadores. Asimismo, los trámites administrativos y la falta de oportunidades -cada vez más extendidos en el mundo de la investigación a escala global-, echan atrás a muchos profesionales que quieren comenzar o continuar la carrera investigadora.

Por otro lado, según las encuestadas y encuestados, el principal factor de éxito es la experiencia personal, que consideran clave para la satisfacción personal y destaca la importancia de una buena relación con los compañeros de investigación y supervisores. Asimismo, la creación de redes de contacto profesional (networking) y la movilidad internacional, que promueven la colaboración entre la comunidad científica, también son clave para alcanzar el éxito profesional.

"Los resultados de este análisis ponen de manifiesto la necesidad de contar con un mayor apoyo institucional para promover oportunidades de liderazgo, networking, movilidad internacional y concienciación sobre las oportunidades de trabajo para los investigadores académicos polares", expone la investigadora del ICM e integrante del APECS Blanca Figuerola, que ha liderado el estudio.

Adicionalmente, la investigadora subraya que es necesario aumentar la concienciación sobre las desigualdades socioeconómicas y de género existentes en el mundo de la investigación, así como tomar medidas para abordarlas a través, por ejemplo, de iniciativas que potencien la diversidad como Polar Pride y la disponibilidad de ayudas para cubrir los costes de publicación para investigadores en sus primeras etapas de la investigación.

Peculiaridades de la investigación polar

Los resultados de este estudio ponen de relieve que investigar en los polos no es fácil, si bien es muy necesario, ya que estas regiones están experimentando algunos de los cambios ambientales más rápidos a nivel mundial, y nos dan información clave sobre el clima y los océanos globales que nos puede ayudar a prever cambios futuros y a desarrollar estrategias de adaptación y mitigación a estos.

“La logística necesaria para trabajar en estas regiones es sofisticada, compleja y cara, y la mayoría de proyectos exigen una importante inversión a largo plazo en recursos humanos con formación y experiencia especializada para realizar operaciones seguras”, manifiesta Luis R. Pertierra, coautor del estudio e investigador postdoctoral actualmente de estancia en la Universidad de Pretoria en Sudáfrica.

Por su parte, Peter Convey, coautor e investigador senior, con más de 30 años de experiencia en investigación polar, destaca los impactos de la pérdida de más de dos años de investigación de los científicos séniors, combinados con la pérdida de su papel clave en la tutoría y apoyo al desarrollo de investigadores durante las primeras etapas de la carrera.

Por todo ello, las autoras y autoras del estudio reclaman la creación de una estructura de carrera más estable que garantice la seguridad profesional de un personal altamente formado y maximice el retorno de la inversión hecha con este propósito. Finalmente, exigen una mejor supervisión que les permita convertirse en futuros líderes, y que les puedan garantizar oportunidades reales de progresión profesional a lo largo de todas las etapas de la carrera investigadora.