El pasado 23 de mayo, el Instituto de Ciencias del Mar acogió la jornada “Recordando Margalef: Series temporales, ciencia y sociedad” en el marco de la conmemoración del 10º aniversario del traspaso de Ramon Margalef, coordinada por la Universitat de Barcelona.
El pasado 23 de mayo, el Instituto de Ciencias del Mar acogió la jornada “Recordando Margalef: Series temporales, ciencia y sociedad” en el marco de la conmemoración del 10º aniversario del traspaso de Ramon Margalef, coordinada por la Universitat de Barcelona.
Esta jornada, organizada por los investigadores del ICM Cèlia Marrasé y Francesc Peters, quiso ligar la figura de Margalef a la importancia de realizar observaciones continuadas en el tiempo para trabajar tanto aspectos puramente científicos de las ciencias marinas cómo para entender e investigar cambios que pueden tener una gran repercussión social. Ramon Margalef fue, en los años 40, pionero en la obtención de series temporales marinas. Durante la jornada se recordó su papel en este ámbito y se debatió, entre otros aspectos, maneras de mantener este esfuerzo de estudio continuado en el tiempo y el papel que varios agentes sociales pueden tener para contribuir en ello. Al acto, participaron tanto científicos, como agentes sociales y políticos, entidades y gestores (ver programa). “La necesidad del mantenimiento de series temporales marinas quedó claramente reflejada para cubrir aspectos de gestión, con importantes implicaciones económicas, y entender el sistema para encarar y adaptarse a cambios en el futuro próximo" comenta Francesc Peters, co-organizador del evento y moderador de la mesa redonda. “Se constató que, por parte de la administración pública, la dedicación de fondos para el mantenimiento de series temporales está muy condicionada por el cumplimiento de leyes y directivas, sobretodo europeas. También siguen faltando en nuestro país, a pesar de las recomendaciones de informes de los últimos 10 años o más, instrumentos de financiación de proyectos científicos a largo término como los requeridos para el mantenimiento de series temporales marinas. Mientras que estos objetivos no se tienen que abandonar, la comunidad científica tiene cada vez más claro que se tiene que involucrar la participación de particulares y empresas en el mantenimiento de una columna vertebral de financiación para series temporales marinas, que no tiene porqué representar un gran esfuerzo económico. A la vez, parece claro que la iniciativa de este esfuerzo tiene que salir de la misma comunidad científica” concluye el investigador.
Ramon Margalef fue uno de los científicos más reconocidos en el ámbito de la oceanografía, la limnología y la ecología, y es autor de obras de referencia obligada para entender el funcionamiento de la natura, como por ejemplo Ecología (1974), Limnología (1983) y Our Biosphere (1997). Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña el 2003 y primer científico reconocido con la Cruz de Sant Jordi el 1997, Margalef fue uno de los pioneros a desarrollar una investigación marina de calidad y altamente competitiva. El 1980 fue galardonado por el Instituto Bedford de Oceanografía de Halifax (Canadá) con el premio Huntsman al excelencia en ciencias marinas, considerado el Nobel de la oceanografía, en su primera edición.
Históricamente, Margalef está considerado uno de los tres científicos españoles de más prestigio internacional del siglo XX, junto con Santiago Ramón y Cajal y Severo Ochoa, reconocidos con el premio Nobel. Miembro de la Sección de Ciencias Biológicas del Instituto de Estudios Catalanes y de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, era también miembro correspondiente de las academias de Madrid, Sevilla y Galicia y de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Además, Margalef fue investido doctor honoris causa por las Universidades de Laval (Canadá), Aix-Marsella (Francia), Luján (Argentina) y Alicante (España).
Margalef fue científico del Instituto de Investigaciones Pesqueras del CSIC (el actual Instituto de Ciencias del Mar) desde su fundación el 1951 hasta el 1974, y fue director del 1965 al 1967. El 1967 ocupó en la Universitat de Barcelona la primera cátedra de Ecología al Estado español.