El 9 de septiembre nos sacudió la noticia de la muerte repentina de nuestro compañero Sergi Rodríquez, trabajador del servicio de mantenimiento del CMIMA. Quienes le conocimos tuvimos una suerte especial, y en nombre de todos ellos querríamos ahora compartir brevemente su recuerdo con aquellas personas que quizás no tuvieron esta oportunidad.
Sergi era una persona sencilla y tranquila, muy trabajador y resolutivo, hacía las cosas eficientemente y con discreción. Además, era una persona sensible y empática, siempre con una media sonrisa que te daba tranquilidad y confianza.
Muy comprometido con el centro, venía en la hora que hiciera falta para resolver los problemas que pudieran surgir, y siempre con una excelente actitud. El edificio del CMIMA, y por tanto todo el trabajo de investigación y tecnología de la UTM y el ICM, es posible gracias al compromiso y generosidad de personas como Sergi.
Los compañeros de trabajo de Sergi hemos podido disfrutar y él ha disfrutado de nosotros. Hacemos nuestro su espíritu y él, allá donde esté, nos lleva en el suyo. Gracias, Sergi.
Los equipos de dirección y personal de la UTM, el ICM y el CMIMA transmitimos en nombre del personal de los tres centros nuestro pésame y agradecimiento a su familia.