Noticias | 03 Agosto 2021

El ICM volverá al Ártico para estudiar la formación de nubes y las interacciones océano-atmósfera

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Lo hará en el marco de la Arctic Century Expedition, que durará más de un mes y ha sido organizada conjuntamente por el Instituto Ruso de Investigación Ártica y Antártica (AARI), el Instituto Polar Suizo (SPI) y el Helmholtz Centre for Ocean Research Kiel (GEOMAR).

La Arctic Century Expedition explorará zonas remotas y poco accesibles del Ártico occidental ruso / Swiss Polar Institute.
La Arctic Century Expedition explorará zonas remotas y poco accesibles del Ártico occidental ruso / Swiss Polar Institute.

El próximo 5 de agosto, en el marco de la Arctic Century Expedition, el buque oceanográfico Akademik Tryoshnikov zarpará del puerto de Murmansk (Rusia) con investigadores del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) a bordo para estudiar zonas poco accesibles y remotas de los mares de Kara y Laptev, así como la Tierra de Francisco José y Severnaya Zemlya, ubicadas en el Ártico occidental ruso.

El programa científico de la Arctic Century Expedition, que se alargará durante más de un mes, se centra en diversos aspectos de la atmósfera, la criosfera – la fracción de la superficie terrestre donde el agua se encuentra en forma sólida- y el medio ambiente marino y terrestre del Ártico, y busca comprender por qué esta zona del planeta es más sensible y está cambiando más rápidamente que otras como consecuencia del cambio global.

El estudio de los aerosoles marinos

El ICM participará en esta expedición estudiando la producción de aerosoles marinos en zonas remotas e islas del Ártico ruso. "Debido a la ausencia de fuentes de contaminación, el Ártico es el mejor entorno para estudiar estas partículas atmosféricas", explica Arianna Rocchi, estudiante de doctorado del ICM y una de las participantes en la campaña.

Bajo la supervisión del investigador del ICM Manuel Dall'Osto, que seguirá la campaña desde tierra, Rocchi recogerá muestras de las capas más superficiales del océano y simulará el burbujeo natural del agua mediante el uso de un tanque de burbujas con temperatura controlada diseñado específicamente para generar estos aerosoles marinos.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) los reconoce como uno de los mayores contribuyentes a la incertidumbre en la predicción del cambio climático, pero aún no están totalmente caracterizados, especialmente en entornos prístinos. Gracias a este experimento, los investigadores del ICM podrán identificar los aerosoles atmosféricos –enriquecidos con materia orgánica de microorganismos marinos y diferentes salinidades del agua- emitidos en el Ártico ruso y su origen biológico.

Esto ayudará a la comunidad científica a entender las propiedades químicas de la atmósfera que determinan la producción de las nubes que impiden que el planeta se caliente demasiado. "Por esta razón, esta expedición podría ser esencial tanto para entender cómo interaccionan el océano y la atmósfera, como para ahondar en cómo los aerosoles influyen en la producción de nubes y el cambio climático", expone Dall'Osto.

En las últimas décadas, el contenido de agua dulce del Océano Ártico ha aumentado considerablemente debido al derretimiento de la nieve y el hielo marino. Esto ha provocado una reducción de la salinidad en la capa superior del Océano Ártico y, a su vez, un cambio en la composición y formación de aerosoles marinos cuyas consecuencias para el clima regional del Ártico aún no se han calculado.

La expedición ha sido organizada conjuntamente por el Instituto Ruso de Investigación Ártica y Antártica (AARI), el Instituto Polar Suizo (SPI) y el Helmholtz Centre for Ocean Research Kiel (GEOMAR).