El concurso busca desarrollar una ciudad de un millón de habitantes en Marte de forma sostenible.

¿Qué aspecto tendría una ciudad en Marte? ¿Cómo funcionaría el comercio? ¿Cómo evolucionaría la población urbana? Un equipo internacional de investigadores entre los que se encuentran expertos del Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona imaginó la ciudad en Marte NÜWA, detallada en un extenso proyecto que incluye aspectos científicos, de ingeniería, arquitectónicos, económicos y sociales.
La propuesta incluye no sólo un diseño urbanístico factible, sino también un plan de desarrollo socioeconómico y descripciones detalladas de la industria, infraestructura, generación y distribución de energía y servicios necesarios para hacerla realidad.
El proyecto del equipo internacional "The Sustainable Offworld Network” (SONet) ha sido seleccionado como una de las 10 propuestas finalistas del concurso Mars City State Design competition de la Mars Society, la organización de promoción del espacio más grande y más influyente del mundo dedicada a la exploración y al diseño de asentamientos humanos en el planeta Marte. En concreto, el concurso busca desarrollar una ciudad de un millón de habitantes en Marte de forma sostenible.
A parte del ICM, entre los participantes en la propuesta se encuentran el Institut d'Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y el Instituto de Ciencias del Cosmos (ICCUB). El equipo consta también de participantes de otros países tales como el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Argentina.
Los proyectos finalistas, seleccionados de entre más de 175 propuestas presentadas, se defenderán públicamente el próximo 17 de octubre en la Mars Society Convention. Cinco propuestas serán finalmente premiadas. La defensa será pública y se podrá seguir vía streaming desde todo el mundo.
La propuesta del equipo SONet consta de un informe de 20 páginas con un diseño conceptual que combina aspectos muy diversos que van desde la exploración del espacio hasta la sostenibilidad. La ciudad, llamada NÜWA en honor a la diosa china creadora de la humanidad, simboliza el inicio de una nueva era de nuestra civilización en Marte y la protección que debemos asegurarnos en un mundo tan inhóspito.
"La propuesta combina muchas disciplinas de una forma que no se suele hacer en proyectos espaciales. Además de científicos e ingenieros, quisimos incorporar desde el primer momento expertos en otras disciplinas y de fuera del sector académico", explica Guillem Anglada-Escudé, investigador del ICE y coordinador del proyecto.
Desde el ICM, Laia Ribas, una de las coautoras del proyecto, asegura que "esta iniciativa permite crear estudios multidisciplinares para conseguir el desarrollo de actividades humanas en otros planetas. Por lo tanto, hay que evaluar y comprender las alteraciones fisiológicas de los organismos vivos y de las especies criadas en cautividad para el consumo humano en los ecosistemas extraterrestres".
En este sentido, la investigadora añade que "vivir en el planeta Marte implica disponer servicios sociales que van desde hospitales hasta universidades y parques recreativos, lo que nos da la oportunidad de construir una sociedad igualitaria en la que todo el mundo sea importante y donde no exista la desigualdad de género".
El proyecto se concibió durante los meses de abril, mayo y junio en pleno confinamiento debido a la pandemia provocada por la COVID-19. Ahora, la propuesta ha dado sus frutos. "Llegar a la final ya es un gran éxito para todo el equipo", explica Miquel Sureda, profesor de ingeniería aeronáutica en la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT - UPC). "Esperamos que el concurso nos aporte la visibilidad que necesitamos para obtener los recursos necesarios para desarrollar conceptos relacionados tanto con el espacio como con sostenibilidad, así como para alcanzar la transformación necesaria del sistema productivo que tendremos que afrontar también aquí en la Tierra".