Se trata de un sistema de medida pionero a escala internacional y ayudará a detectar temblores a pequeña escala y entender mejor fenómenos como las mareas o las corrientes marinas.

El Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) forma parte de un consorcio público-privado que impulsará el desarrollo de una tecnología pionera con el objetivo de mejorar la detección de la sismicidad en entornos submarinos. Estas nuevas técnicas contarán con un nivel de precisión muy superior a las herramientas con las que cuentan los sismólogos actuales y ayudarán a ahondar en el estudio de eventos sísmicos como los terremotos o los tsunamis.
El desarrollo del nuevo sistema se enmarca en el proyecto TREMORS de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), que tiene una duración de tres años y cuenta con la participación de Repsol, Aragón Photonics Labs y la Universidad de Alcalá, socios con los que el ICM-CSIC ya ha trabajado en proyectos anteriores de monitorización sísmica.
El nuevo sistema de medición estará formado por un equipo interrogador conectado a un cableado de fibra óptica submarino que actúa como una matriz lineal de miles de sensores sísmicos.
“Estos sensores nos permitirán cartografiar eventos sísmicos a muy pequeña escala, lo que ayudará a entender la tectónica activa para evaluar la viabilidad de potenciales localizaciones de almacenes geológicos subterráneos de hidrógeno y CO2”, apunta Arantza Ugalde, investigadora principal del proyecto.
Para la adquisición de los datos en alta resolución y en tiempo real, así como para su análisis, los miembros del consorcio contarán con avanzados sistemas de computación y desarrollarán algoritmos de inteligencia artificial ad hoc para detectar, analizar y localizar la sismicidad.
“Esto nos proporcionará un sistema de monitorización moderno, efectivo y seguro para proyectos en desarrollo”, añade en este sentido Ugalde.
El desarrollo de este nuevo sistema de medición pionero a nivel internacional no sería posible sin la colaboración previa entre los socios del proyecto, que en el marco del proyecto PSI están desarrollando otro sistema para la protección y mantenimiento predictivo de las redes de cables submarinos de telecomunicaciones basado en la tecnología DAS (del inglés ‘Detección Acústica Distribuida’), que permite prevenir daños en el cable mediante la alerta temprana de actividades potencialmente dañinas.
Una de las aplicaciones directas de esta tecnología es precisamente la vigilancia submarina de alta resolución que, además de mejorar la detección de temblores bajo el agua, ayuda a comprender mejor fenómenos como las mareas, las corrientes oceánicas o los meteotsunamis –de origen meteorológico-.
Con todo, TREMORS, que ha sido seleccionado como uno de los proyectos de I+D+i del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea por su carácter innovador, tiene como objetivo final contribuir a la supervisión, protección y conservación de los ecosistemas marinos.