Noticias | 04 Junio 2020

El ICM ahonda en la relación entre el fenómeno del Atlantic Niño y el régimen de precipitaciones en África Occidental

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Entender la dinámica y las variables implicadas en el fenómeno Atlantic Niño es clave para prevenir sus efectos en una zona tan vulnerable y sensible como África occidental.

Anomalías en la temperatura superficial del mar durante el Atlantic Niño de 1963
Anomalías en la temperatura superficial del mar durante el Atlantic Niño de 1963

Los efectos climáticos de El Niño tienen fuertes implicaciones socioeconómicas y ambientales en muchos rincones del planeta. Se atribuyen a este fenómeno meteorológico las intensas lluvias que se producen aproximadamente cada cuatro años en la parte oriental ecuatorial del océano Pacífico como consecuencia del incremento de la temperatura del agua superficial.

Sin embargo, El Niño no es el único fenómeno que genera cambios en la circulación general de la atmósfera, potencia o disminuye la presencia de humedad y, en consecuencia, regula el régimen de lluvias en las regiones tropicales. También lo hace otro fenómeno que es conocido como Atlantic Niño, por su similitud con El Niño, y provoca un aumento de la temperatura superficial del mar por encima de la media en la región ecuatorial del océano Atlántico. Según los expertos, este fenómeno controla las variaciones del clima que se producen en el Atlántico tropical y en los continentes que lo rodean. 

En concreto, el fenómeno explica parte de las variaciones en el régimen de precipitaciones que caen sobre África occidental durante junio, julio y agosto, es decir, durante el verano en el hemisferio norte. Asimismo, los eventos del Atlantic Niño alteran el régimen de precipitaciones y la frecuencia de inundaciones en el noreste de Sudamérica.

Entender la dinámica y las variables implicadas en este fenómeno es clave para prevenir sus efectos en una zona tan vulnerable y sensible como África occidental. 

Según recoge un estudio publicado recientemente en la revista especializada Geophysical Research Letters, elaborado por investigadores del Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona, existen distintos eventos del fenómeno Atlantic Niño dependiendo de la intensidad de los vientos alisios.

Para la elaboración del trabajo, los investigadores analizaron las variaciones de la temperatura superficial del mar que se producen durante el verano en el Atlántico ecuatorial. Gracias a ello, se dieron cuenta de que existen distintos patrones de calentamiento de las aguas superficiales que dan lugar a distintas respuestas en cuanto a la intensidad y a la extensión de las lluvias en África occidental y en el nordeste de Sudamérica se refiere.

“Para entender los episodios de lluvia relacionados con este patrón climático necesitamos conocer no solo cuando la temperatura superficial del agua está por encima la media, sino también cómo esta se distribuye a lo largo de la cuenca y cuál es su persistencia en el tiempo”, explica en este sentido Ignasi Vallès, uno de los autores del trabajo.

El estudio, que se ha realizado en colaboración con el Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory de la NOAA (NOAA-AOML, por sus siglas en inglés), analiza los cuatro tipos de Atlantic Niño más recurrentes y los relaciona con las variaciones del régimen de precipitaciones en África occidental y en Sudamérica, unos datos que ayudan a mejorar las predicciones de los modelos climáticos en el Atlántico tropical y los continentes adyacentes.

“Para el desarrollo de esta investigación hemos usado datos de reanálisis obtenidos directamente a partir de observaciones entre 1948 y 2019. En total se han usado datos de tres fuentes distintas de temperatura superficial del mar con resultados muy parecidos, lo que da una mayor robustez al estudio”, detalla Ignasi.

Por último, los autores del trabajo alertan de que los resultados del estudio muestran que la temperatura superficial del mar en el Atlántico tropical está aumentando, pero que su variabilidad está disminuyendo, una tendencia que, a su juicio, puede afectar al fenómeno del Atlantic Niño y, en consecuencia, tener un impacto importante en el clima.