En total, han participado en el programa, financiado por la AECID y el CSIC, 86 profesores y más de 150 alumnos de 18 países de Latinoamérica y el Caribe.

El pasado mes de febrero finalizó en el Centro de Formación de La Antigua (Guatemala) con éxito un programa de formación pionero liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona destinado a mejorar la gestión de los recursos acuícolas de Latinoamérica y el Caribe. En total, han participado en la iniciativa, financiada conjuntamente por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 86 profesores y más de 150 alumnos de 18 países de Latinoamérica y el Caribe.
La formación, dirigida principalmente a profesionales al servicio de las administraciones públicas y los centros de investigación de Latinoamérica y el Caribe, buscaba contribuir a su capacitación mediante la transferencia del conocimiento sobre los nuevos avances, métodos y herramientas destinadas a incrementar la sostenibilidad de la producción acuícola.
“Estamos muy contentos con la acogida que ha tenido el programa, que permitirá mejorar la producción y la gestión acuícolas en línea con los objetivos de desarrollo sostenible”, expone el coordinador de la formación, Francesc Piferrer.
El programa de formación, en el que també han participado otros centros del CSIC, universidades españolas y latinoamericanas, incluía cursos sobre reproducción y biotecnología, genética y genómica, bienestar de peces, crustáceos y moluscos, larvicultura y especies auxiliares, nutrición y patología.
Hacer llegar todo este conocimiento a los trabajadores y gestores del sector acuícola es clave especialmente en el momento actual, pues la población mundial no para de aumentar, lo que hace incrementar también el consumo de proteínas. Sin embargo, la pesca está cada vez más estancada.
“Tanto Latinoamérica como el Caribe disponen de una gran biodiversidad íctica, sobre todo de especies de agua dulce, por lo que es imprescindible proporcionarles las herramientas adecuadas para gestionar bien todos estos recursos”, expone en este sentido Piferrer, que está convencido de que el programa servirá, en última instancia, de base para diseñar nuevas políticas y planes de acción para una producción acuícola más sostenible y de mayor calidad.