Mañana jueves, 6 de junio, el Instituto de Ciencias del Mar acogerá en su sede en Barcelona la presentación de los resultados del programa PolarCLIMATE.

Mañana jueves, 6 de junio, el Instituto de Ciencias del Mar acogerá en su sede en Barcelona la presentación de los resultados del programa PolarCLIMATE.
Promovido por el Comité Polar Europeo (European Polar Board) de la Fundación Europea de la Ciencia (European Science Foundation, ESF), el programa PolarCLIMATE ha estudiado el sistema climático de la Tierra, los cambios climáticos recientes y pasados, y sus consecuencias. Lo ha hecho a través de seis proyectos de investigación interdisciplinares, llevados a cabo en las zonas polares por científicos de prestigiosas instituciones de 28 países (13 de los cuales no europeos, incluidos los EE.UU., Rusia y China). Mañana, en el ICM, los representantes de cada uno de los proyectos presentarán sus conclusiones y propuestas de futuras iniciativas científicas.
PolarCLIMATE, en su conjunto, estudia los problemas del cambio climático desde diferentes escalas y perspectivas complementarias, a partir de la descripción de los fenómenos a gran escala, que se obtiene mediante imágenes de satélite, el estudio de su evolución en el tiempo, y el análisis de los procesos físicos que afectan el intercambio de materia y energía entre los distintos segmentos del sistema (aire, hielo, agua, sedimento).
Los seis proyectos de PolarCLIMATE
La visión general de la evolución de los hielos del Ártico, de la circulación del océano y cómo interaccionan ambos es el objetivo del proyecto SATICE, dirigido por Pedro Elosegui, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio y del Mar, ambos del CSIC. En SATICE se han usado técnicas de geodesia espacial (GPS y satélites) para averiguar aspectos diversos sobre el sistema hielo-océano en el océano Ártico y prever, así, su evolución e impacto en modelos climáticos. Así, por ejemplo, cuál es el estado actual de la banquisa en el Ártico, cómo se mueve, deforma y fractura, qué cambios se están produciendo en la circulación oceánica a causa del deshielo, qué variaciones se dará en la salinidad del agua, entre otros.
El proyecto HOLOCLIP, coordinado por la investigadora Barbara Stenni, de la Universidad de Trieste (Italia), proporciona resultados importantes sobre el cambio climático que han afectado a las zonas de la Antártida en los últimos diez mil años. El conocimiento de la evolución del clima del pasado es esencial para comprender las consecuencias del cambio climático que estamos presenciando hoy.
El estudio de los hielos polares es de fundamental importancia para entender el cambio climático y sus efectos. Los cambios en las capas de hielo en las regiones polares son, al mismo tiempo, causa y consecuencia del cambio climático. Así, en el proyecto IMCOAST, coordinado por Doris Abele, investigadora del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (Alemania), ha estudiado las causas y efectos de la fusión del hielo en los ambientes marinos costeros antárticos. Por su parte, en el proyecto SVALGLAC se ha estudiado la respuesta al calentamiento global de los glaciares árticos del archipiélago de Svalbard. Este proyecto está coordinado por el profesor Francisco Navarro, de la Universidad Politécnica de Madrid, y por el profesor Jacek Jania, de la Universidad de Silesia (Polonia).
Los contaminantes y los gases de efecto invernadero son otro tema crucial para los estudios climáticos. El equipo de investigación del proyecto CLIMSLIP, coordinado por Andreas Stohl, investigador del Instituto Noruego de Investigación del Aire, está estudiando los efectos de los gases de efecto invernadero en el clima del Ártico, en particular el denominado humo negro (carbono negro u hollín).
El almacenamiento y la liberación de dióxido de carbono en los suelos y en los sedimentos oceánicos polares representan un mecanismo fundamental para la concentración en atmosfera de este importante gas de efecto invernadero. El proyecto CryoCARB, coordinado por el profesor Andreas Richter de la Universidad de Viena (Austria) ha abordado el estudio del carbono sepultado en los suelos árticos (permafrost), el mayor sumidero de carbono a nivel planetario. El proyecto estudia la vulnerabilidad de ese reservorio de carbono, que podría liberarse a la atmósfera en un contexto de cambio climático.
Más de 6 millones de euros de financiación
PolarCLIMATE nació de la iniciativa del Consorcio Polar Europeo (EUROPOLAR), una red europea ERA-NET financiada por la Comisión Europea entre 2005 y 2008 en el marco del VI Programa Marco.
En septiembre de 2008, el European Polar Board de la la Fundación Europea de la Ciencia (European Science Foundation, ESF) tomó el relevo y lanzó la convocatoria PolarCLIMATE. Numerosas instituciones europeas e internacionales presentaron más de 30 propuestas de proyectos, de las cuales sólo seis fueron aprobados sobre la base de la excelencia científica, y financiados con un total de más de 6 millones de euros.
Este programa no sólo representa un importante logro científico, sino que confirmó que era posible crear consorcios de instituciones científicas europeas dispuestas a financiar un programa de investigación conjunta y adoptar un procedimiento común de evaluación. De hecho, la financiación de PolarCLIMATE fue nacional y voluntaria, y bajo el control completo de las agencias nacionales.
Además de los resultados científicos importantes PolarCLIMATE ha fomentado la creación de asociaciones con los científicos y los programas no europeos (por ejemplo, Estados Unidos, Canadá, China, India, Australia, etc.) y ha sentado sentado las bases para una mayor cooperación con estos países a través del acceso a la infraestructura y logística polar no europeas.
Más información:
http://www.esf.org/hosting-experts/expert-boards-and-committees/polar-sciences/current-epb-initiatives/polarclimate.html