Un equipo formado por seis científicos del CSIC y de la Universidad de Barcelona, y 16 instructores de los diferentes centros de buceo de L'Estartit, han desarrollado este jueves una acción piloto para restaurar los bosques de gorgonias rojas (Paramuricea clavata) de las Islas Medes.

Un equipo formado por seis científicos del CSIC y de la Universidad de Barcelona, y 16 instructores de los diferentes centros de buceo de L'Estartit, han desarrollado este jueves una acción piloto para restaurar los bosques de gorgonias rojas (Paramuricea clavata) de las Islas Medes.
Durante los 40 minutos que duró la inmersión se trasplantaron unos 400 fragmentos de colonias de gorgonias, cubriendo una superficie aproximada de 10 metros cuadrados en una zona donde las gorgonias presentaban unas tasas elevadas de mortalidad. Esta acción pretende contribuir a la recuperación de poblaciones que presentan un estado de conservación deficiente y a desarrollar protocolos de restauración de este hábitat emblemático del Mediterráneo
Esta acción piloto forma parte de las actividades previstas en el proyecto europeo MERCES (Marine Ecosystem Restoration in Changing European Seas) y ha sido posible gracias a la colaboración de la dirección del Parc Natural del Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter (Departament de Territori i Sostenibilitat, Generalitat de Cataluña), los Centros de Buceo de L'Estartit y las instituciones de investigación Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Universidad de Barcelona (UB).
Los investigadores Joaquim Garrabou, científico del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y Cristina Linares, profesora de la Facultad de Biología de la UB son los responsables de la coordinación de las actividades de restauración de los fondos dominados por gorgonias y corales. Se trata de hábitats que presentan una gran complejidad estructural y, por tanto, favorecen el desarrollo de una elevada biodiversidad. De hecho, estos fondos son uno de los principales atractivos para los miles de submarinistas que visitan las Medes cada año.
Estos investigadores ya hicieron una prueba de trasplante de colonias de coral rojo decomisadas a unos pescadores furtivos, el año 2011. Los resultados son muy positivos y las colonias trasplantadas muestran una elevada tasa de supervivencia 5 años después.
La acción piloto de ayer se diseñó con el fin de dar un paso adelante para ampliar el alcance de estas acciones de restauración que hasta ahora se habían limitado a acciones experimentales. En este sentido, Joaquim Garrabou comenta: "gracias a la colaboración de los instructores de los centros y, en el futuro, de otros colectivos, podremos poner en marcha proyectos de restauración ambiciosos que nos permitan pasar de pocos a decenas de metros cuadrados".
El éxito de esta colaboración es un ejemplo a seguir en el futuro para contribuir de forma eficaz a la conservación del patrimonio natural de las Illes Medes en particular y de la Costa Catalana en general. "Las técnicas de restauración marina se encuentran en un estadio inicial y necesitamos la implicación de los diferentes actores si queremos implementar medidas realmente eficaces", indica Cristina Linares, de la UB.
Por su parte, Ramon Siliceo, representante de los Centros de Buceo de L'Estartit, añade que "la colaboración de personal de las empresas de buceo y los investigadores demuestra, una vez más, la necesidad de trabajar juntos para conseguir un modelo de turismo que sea sostenible y que tenga cuidado del medio ambiente".
En el proyecto MERCES también participan el Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC y la Universidad de Girona. Coordinado por la Universidad Politécnica de Marche (Italia), cuenta con 28 socios de 16 países, y una inversión de unos 6 millones de euros.
Además de esta restauración, en el marco del proyecto MERCES se llevan a cabo otras acciones en 8 áreas de estudio del Mediterráneo, incluyendo lugares como el Cap de Creus, Menorca y Córcega. Las pruebas se desarrollan en reservas marinas, pero el objetivo final es conseguir unos protocolos para la restauración, y aplicarlos también en zonas no protegidas que están resultando afectadas por la pesca, la contaminación o el cambio climático. La eficacia de las acciones de restauración se evaluará en el laboratorio y en el campo, aplicando un amplio abanico de metodologías y aproximaciones, que incluyen desde la experimentación ecofisiológica, pasando por el análisis de la conectividad mediante la aplicación de la genética de poblaciones, la proyección de los resultados de las acciones de restauración, gracias a la modelización de la dinámica de poblaciones, o la utilización de robots submarinos para el seguimiento de las acciones en zonas profundas.
Video de la acción (autor imágenes: J. Garrabou)
Nota de prensa - Delegación CSIC Cataluña