La inversión servirá para reforzar las capacidades de algunos servicios científico-técnicos clave para el centro, como el clúster de cálculo o los servicios de microscopía e instrumentación oceanográfica.

El Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona destinará 100.000 euros a la compra de equipamiento científico para reforzar las capacidades de algunos de los servicios científico-técnicos clave para el centro, como es el caso del clúster de cálculo o el servicio de microscopía.
En concreto, el dinero, proveniente de la Acreditación de Excelencia Severo Ochoa de la Agencia Española de Investigación, se destinará a la compra de un aparato para aumentar la sensibilidad de las estimaciones de las concentraciones de nitratos y fosfatos del agua de mar, una fuente de luz para mejorar la identificación de microorganismos marinos a través de un microscopio de fluorescencia, un equipo de última generación para la medida de variables oceanográficas y una herramienta para aumentar la velocidad y la eficiencia del análisis de datos científicos.
Para la selección de los equipos se ha tenido en cuenta su relevancia científica y el valor añadido que pueden aportar a la investigación que se realiza desde el ICM-CSIC. Asimismo, el centro ha apostado por reforzar los equipamientos más utilizados por el personal, tanto del centro como de fuera, como pueden ser otros centros de investigación y universidades.
La financiación de la Acreditación de Excelencia Severo Ochoa está destinada a adquirir nuevas capacidades técnicas para abrir nuevas líneas de investigación emergentes. El ICM-CSIC fue reconocido con este distintivo en 2020, convirtiéndose en el primer centro de Excelencia Severo Ochoa en el ámbito de la investigación marina.
La acreditación, que tiene una validez de cuatro años e implica una financiación de cuatro millones de euros, reconoce la excelencia y contribuciones científicas de los centros de investigación a escala nacional e internacional, su impacto social y empresarial, y su capacidad para atraer talento.
Entre sus objetivos está el de financiar y distinguir a los centros y unidades públicas de investigación que cuentan con programas de investigación de frontera y altamente competitivos, y que se encuentran entre los mejores del mundo en sus respectivas áreas científicas.