Noticias | 23 Julio 2021

La pesca podría alterar el comportamiento colectivo de los peces con consecuencias ecológicas y socio-económicas

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Un nuevo estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona y el CREAF informa de los efectos de la actividad pesquera sobre la dinámica de las poblaciones de peces y, por ende, sobre las pesquerías.

Las alteraciones de comportamiento colectivo derivadas de la pesca podrían afectar a muchas especies / Susana L. Díez González y José Palacios
Las alteraciones de comportamiento colectivo derivadas de la pesca podrían afectar a muchas especies / Susana L. Díez González y José Palacios

Un nuevo estudio del Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona y el CREAF, ambos distinguidos con el sello de excelencia Severo Ochoa,  que ha contado también con la participación del Leibniz-Institute de Alemania, ha informado de las consecuencias de la pesca sobre el comportamiento colectivo de las especies de peces con valor comercial y recreativo, lo que puede tener un gran impacto sobre la dinámica de las poblaciones y, por ende, sobre las pesquerías.

En concreto, el trabajo, publicado hoy en la prestigiosa revista Trends in Ecology and Evolution, sugiere que la actividad pesquera podría hacer disminuir la tendencia de los peces a formar cardúmenes, una estrategia que usan para minimizar el riesgo de depredación, adquirir recursos más fácilmente y transmitir información entre sí de una manera más eficaz.

Cambios en la dinámica de poblaciones

Según los autores, esto puede afectar negativamente tanto la ecología de las especies explotadas como la capacidad de los pescadores de detectar y capturar los peces, lo que altera las dinámicas socio-económicas del sector pesquero comercial y recreativo.

El comportamiento de los peces juega un papel fundamental en la ecología de la pesca, aunque este todavía no está bien integrado en las estrategias de conservación y gestión. Con nuestro trabajo queremos impulsar nuevos estudios que nos permitan entender mejor los mecanismos del cambio del comportamiento colectivo derivado de la pesca para así poder determinar las soluciones más eficientes para gestionar las especies explotadas”, expone Valerio Sbragaglia, investigador del ICM y primer autor del trabajo.

Según detalla el estudio, las alteraciones de comportamiento colectivo derivadas de la pesca pueden afectar a muchas especies: desde aquellas obligadas a agruparse para sobrevivir, como es el caso de los pequeños peces pelágicos, hasta grandes depredadores como los atunes, que también se desplazan y cazan en grupo. Esto es especialmente relevante dado que los pequeños pelágicos y los atunes desempeñan un papel fundamental en las redes tróficas marinas y sostienen gran parte de la pesca mundial.

Eliminación selectiva de los fenotipos individuales

Uno de los mecanismos a través de los cuales la pesca intensiva puede afectar al comportamiento colectivo de los peces es mediante la eliminación selectiva de fenotipos individuales. “Por ejemplo, los individuos menos tímidos y de mayor tamaño son más vulnerables a la pesca, y la pesca selectiva de estos individuos puede modificar las dinámicas con las cuales se forman los cardúmenes de peces, teniendo esto importantes repercusiones a nivel de funcionalidad de la red trófica”, apunta en este sentido la investigadora del ICM Marta Coll, coautora del trabajo.

Por su parte, Jolle Jolles, investigador del CREAF y coautor del estudio, añade que "La composición de los bancos de peces, y de los grupos de animales en general, tiene efectos importantes en las pautas y decisiones a nivel de grupo. Por lo tanto, las alteraciones de la composición de los bancos de peces, como las debidas a la pesca, pueden tener grandes repercusiones en la cohesión social, la coordinación y, por lo tanto, en los beneficios de la escolarización contra los depredadores".

Otra de las conclusiones del trabajo es que los cambios en el comportamiento colectivo de los peces les pueden proporcionar una ventaja evolutiva para adaptarse a la pesca intensiva y ser menos vulnerables a las artes de pesca. Así, los peces podrían superar parcialmente los efectos negativos de la pesca, si bien esto podría disminuir su capacidad de reaccionar adecuadamente a depredadores naturales. De hecho, según los autores, esto es lo que podría estar ocurriéndole a los pequeños peces pelágicos y atunes en el Mar Mediterráneo.

De cara a futuras investigaciones, el equipo científico espera poder analizar de forma más detallada el impacto de la pesca en poblaciones de peces altamente explotadas con el fin de poder introducir estos procesos en los modelos ecológicos y de gestión pesquera.

La pesca puede disminuir la tendencia de los peces a formar cardúmenes / ICM-CSIC
La pesca podría disminuir la tendencia de los peces a formar cardúmenes / ICM-CSIC