Estos días se celebra en Palma de Mallorca la reunión inicial de coordinación del nuevo proyecto internacional CERES, el cual pretende avanzar en el conocimiento del impacto del cambio climático sobre las poblaciones más importantes de peces, crustáceos y mariscos de Europa, sus hábitats y las actividades económicas que dependen de estas especies.

Estos días se celebra en Palma de Mallorca la reunión inicial de coordinación del nuevo proyecto internacional CERES, el cual pretende avanzar en el conocimiento del impacto del cambio climático sobre las poblaciones más importantes de peces, crustáceos y mariscos de Europa, sus hábitats y las actividades económicas que dependen de estas especies. En dicho proyecto participan un centenar de investigadores de 26 centros de toda Europa entre los que se encuentran el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA CSIC-UIB), centro coordinador, el ICM y cuatro centros del Instituto Español de Oceanografía (IEO), así como pequeñas y medianas empresas.
El proyecto CERES (acrónimo de Climate change and European aquatic RESources) tiene entre sus objetivos proporcionar herramientas y desarrollar estrategias de adaptación que permitan a los sectores pesqueros y acuícolas, y a sus organismos de gestión, anticiparse y prepararse ante los cambios adversos o beneficios futuros del cambio climático.
“Al trabajar con las industrias afectadas, CERES ayudará a desarrollar estrategias innovadoras de adaptación y mitigación para aumentar la resiliencia a las amenazas percibidas y facilitar el acceso a las oportunidades, uno de los objetivos prioritarios de la estrategia ‘crecimiento azul’ –del inglés, blue growth- de la Unión Europea”, informa Ignacio Catalán, investigador del IMEDEA y líder del proyecto por parte del CSIC. Los participantes en el proyecto se implicarán y cooperarán estrechamente con las partes interesadas para definir y ensayar los diferentes escenarios de cambio climático a nivel político, medioambiental, social, tecnológico y legal.
“La actividad se centrará en 32 especies comercialmente importantes de las aguas europeas -desde el Mediterráneo hasta el Ártico - y aguas interiores de Turquía, Rumania, norte de Escocia y Noruega”, concreta el Carlos García Soto, líder del proyecto por parte del IEO. CERES facilitará soluciones para el crecimiento sostenible del sector productivo de alimentos acuáticos europeos en el contexto del cambio climático, y beneficiará principalmente a tres áreas: los consumidores europeos -ya que la seguridad alimentaria es una cuestión clave para Europa-, la ocupación en el sector pesquero -ya que los puestos de trabajo se encuentran amenazados por la sobrepesca, la competencia de precios y el cambio climático- y, por último, a la economía europea.
En el ICM, Francesc Maynou es quien lidera el proyecto. “Nuestros investigadores se encargarán de evaluar experimentalmente el efecto del cambio climático (concretamente del aumento de temperatura y de la acidificación) sobre especies de interés en acuicultura como el mejillón y la almeja, o en la producción y cambios en la distribución espacial de pequeños y medianos pelágicos (sardina, anchoa, lampuga) en el Mediterráneo occidental". Junto a Francesc Maynou, participan en este proyecto Montserrat Ramón y Anna Sabatés, del Departamento de Recursos Marinos Renovables y Carles Pelejero del Departamento de Biología Marina y Oceanografía e ICREA.
El proyecto CERES está financiado con más de 5,5 millones de euros por el programa Horizonte 2020 y se desarrollará durante cuatro años entre 2016 y 2020. Los principales Organismos Públicos de Investigación (OPIs) de España participan en esta nueva iniciativa enmarcada en el programa europeo Horizonte 2020.