El documento contiene un análisis del estado de las especies de mayor interés comercial de la costa catalana que debe de ayudar a impulsar medidas de cogestión que permitan una mejora de la gobernanza pesquera en Cataluña.
El sector de la pesca se ha expandido significativamente en las últimas décadas, logrando alcanzar en 2018 un récord histórico de producción, comercio y consumo de pescado. Según el último informe sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura de la FAO, entre 1990 y 2018 las capturas aumentaron un 14% y el consumo de pescado un 122%. Como consecuencia de ello, un tercio de las poblaciones de peces de todo el mundo están sobreexplotadas.
Monitorizar el estado de las pesquerías es esencial por varios motivos: el sector pesquero emplea a decenas de millones de personas a nivel mundial y el pescado proporciona un porcentaje muy importante de todas las proteínas consumidas cada año por los seres humanos. Asimismo, una gestión sostenible de los recursos pesqueros es clave para la conservación de los ecosistemas marinos.
El pasado mes de julio, el Institut Català de Recerca per a la Governança del Mar (ICATMAR), un órgano de cooperación entre la Direcció General de Pesca i Afers Marítims (DGPAM) de la Generalitat de Catalunya y el Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona, dio a conocer el primer informe sobre el estado de las pesquerías en Cataluña.
Asesoramiento científico y gobernanza pesquera
La creación del documento se enmarca en un programa de adquisición de datos de larga duración que tiene como objetivo principal mejorar el conocimiento del estado de las principales poblaciones de las especies de mayor interés comercial de la costa catalana a través de acciones conjuntas entre los científicos y el sector pesquero.
Para su elaboración se han analizado tanto datos pesqueros adquiridos recientemente como datos históricos de capturas desembarcadas en las principales lonjas catalanas y datos de posicionamiento de la flota pesquera. Gracias a ello, se ha podido crear un banco de datos georreferenciados que, según apuntan los autores del informe, permitirá un mejor análisis y evaluación de los stocks pesqueros.
“El estudio forma parte de un programa de adquisición sistemática y continuada de datos a lo largo de toda la costa catalana que dará lugar a la creación de series históricas que son esenciales para una correcta evaluación de los recursos marinos”, apunta Joan B. Company, responsable del Departamento de Recursos Marinos Renovables del ICM.
“Durante este primer año se han estudiado en detalle las especies de mayor interés comercial, entre las que se encuentran la merluza, la cigala, la gamba roja, el langostino, la galera, el pulpo blanco y de roca, el sonso, la sardina y el boquerón”, añade Laura Recasens, corresponsable del Departamento de Recursos Marinos Renovables del ICM.
“De todas ellas se han obtenido frecuencias de tallas, densidad, biomasa y distribución batimétrica gracias a 97 pescas de arrastre en la plataforma y en el talud, 37 muestreos de cerco, 21 muestreos de sonsera y 44 muestreos de pulpo de roca”, detalla en este sentido Ana I. Colmenero, investigadora del mismo Departamento.
Finalmente, se ha diseñado una prueba piloto para el estudio del impacto socioeconómico de la actividad pesquera y se ha iniciado una aproximación al estudio de la pesca recreativa que está previsto que se desarrolle durante los próximos años.
Este programa busca proporcionar una base científica a los diferentes comités de cogestión pesquera que se establecen entre científicos, pescadores, la administración y las oenegés para que se puedan impulsar medidas de cogestión que permitan una mejora de la gobernanza pesquera en Cataluña.