A principios de noviembre, el ICM y el CRM organizaron un encuentro de cuatro días para explorar sinergias entre ambas disciplinas.
El Institut de Ciències del Mar (ICM) y el Centre de Recerca Matemàtica (CRM) organizaron a principios de noviembre un encuentro para tender nuevos puentes entre las ciencias marinas y las matemáticas, algo que no se había hecho hasta ahora y que buscaba sentar las bases de una alianza que se espera que sea muy provechosa para ambos centros de investigación. Las y los participantes aprovecharon la oportunidad para exponer sus líneas de investigación y explorar sinergias entre ambas disciplinas con el fin de impulsar la transformación y la innovación científicas.
A lo largo de cuatro intensas jornadas -dos en cada institución- investigadoras e investigadores de diversas de disciplinas intercambiaron sus ideas y retos de investigación y ahondaron en cómo el nexo entre las ciencias marinas y las matemáticas les podría ayudar a avanzar en sus investigaciones:
"El resultado de estas jornadas pone sobre la mesa el potencial de establecer colaboraciones fructíferas entre disciplinas complementarias para avanzar hacia la ciencia multidisciplinar, clave para afrontar los actuales retos medioambientales", afirma Marta Coll, vicedirectora de Estrategia Científica del ICM.
El papel de las matemáticas en la investigación marina
Durante las jornadas celebradas en el ICM, Valentí Sallarès, el director del centro, destacó el uso de herramientas matemáticas en muchos de los estudios que se llevan a cabo en el ICM y el interés del centro por desarrollar proyectos en colaboración con el CRM. Por otro lado, en las sesiones celebradas en el CRM, Lluís Alsedà, el director, subrayó la importancia de la investigación matemática en el contexto actual e hizo hincapié en el papel fundamental del CRM a la hora de catalizar la investigación de excelencia y fomentar los ecosistemas matemáticos inclusivos.
Por parte del ICM, Pierre Ramond y Francesc Piferrer expusieron las complejidades a las que se enfrentan al estudiar el microbioma oceánico y la genómica de los peces utilizando las matemáticas, mientras que Antonio Villaseñor habló de distintos proyectos para mejorar la detección de terremotos y el análisis geomorfológico mediante la integración de la inteligencia artificial (IA) y Jonas Ruh introdujo algunas de las herramientas de modelización y optimización que se utilizan en el campo de las geociencias marinas.
Asimismo, Evgeniia Makarova expuso los entresijos del aprendizaje automático para rectificar los sesgos en las previsiones de viento en la superficie del mar, Manuel Arias habló de la fusión entre los datos de observación de la Tierra y la IA, Estela Jiménez presentó un software de inversión de datos sísmicos para la obtención de imágenes del subsuelo, Francisco Ramírez mostró los procesos de optimización que se usan para la comprensión de los movimientos de las especies marinas y, por último, Ivan Masmitjà desveló los modelos de IA que están revolucionando el seguimiento de robots y organismos marinos.
Por parte del CRM, Pere Puig presentó los métodos de captura y recaptura que se usan en la actualidad en el ámbito de la ecología, Álvaro Corral introdujo las leyes matemáticas que se utilizan para describir la distribución espacial de los individuos, Lluís Alsedà habló de la identificación del punto de inflexión social para estudiar la gaviota de Audouin en el delta del Ebro, Jezabel Curbelo propuso la aplicación de técnicas lagrangianas en el campo de la oceanografía y, finalmente, Josep Sardanyés habló de la iniciativa MPA4Sustainability, que busca potenciar el papel de las áreas marinas protegidas para la conservación de la biodiversidad.
Las jornadas culminaron con las reflexiones de Lluís Alsedà y Valentí Sallarès, que celebraron el éxito de un encuentro que, esperan, siente las bases para futuros esfuerzos de colaboración que servirán para afrontar los retos globales y preservar los ecosistemas de nuestro planeta.